El entrenador del Helvetia Anaitasuna, Quique Domínguez, ha comentado que sería "muy injusto" no valorar todo lo bueno que están haciendo sus jugadores, a pesar de que “hay altibajos y cosas por seguir trabajando”.
Domínguez ha avisado en conferencia de prensa sobre la peligrosidad de su próximo rival, el Cisne, un recién ascendido que practica una defensa “fuerte y agresiva con algunos jugadores con mucho ímpetu” que pondrán las cosas “difíciles para cortar nuestra continuidad y fluidez”.
“Los conozco bien y sé cómo están viviendo estas primeras jornadas en Asobal”, ha señalado el entrenador, quien ha indicado que conoce “la ilusión, la motivación que tienen y lo bien que están compitiendo”.
“Nos espera un partido duro con un patrón de juego claro del que es muy difícil sacarles”, ha declarado el técnico del cuadro pamplonés sobre un rival que tiene jugadores jóvenes “con mucha calidad que están creciendo y que llamarán la atención de varios equipos”.
Anaitasuna logró el pasado sábado un valioso empate en Benidorm (25-25) a falta de pocos segundos para el final y para su entrenador ese punto dejó en el equipo “un buen sabor de boca” que refuerza a los pamploneses. Domínguez ha vaticinado que el sábado “habrá una lucha de estilos sobre la pista” y que el éxito para su equipo pasará por minimizar los puntos fuertes del Cisne.
Tras mostrar su respeto por el rival, ha dicho que Anaitasuna llega al partido “con confianza en nuestras posibilidades” y con ganas de hacer un gran encuentro ante su afición en La Catedral siendo fieles su manera de jugar.
“Estamos muy contentos con el punto que llevamos porque no debemos olvidar el inicio de calendario que hemos tenido, a pesar de que nos hubiese gustado llevar algún punto más”, ha finalizado. EFE.
