El ala - pívot, fichado este verano, firma 25 puntos y una valoración de 36 en la victoria ante el Gandía.
Fue reclutado con el objetivo de poder aportar solidez a la pintura de un Basket Navarra que quería convertirse este año en irrendible y Max Hopfgartner parece haber entendido a la perfección la filosofía de un club al que ha liderado en la conquista de la tercera consecutiva en casa con una estelar actuación, según la web de la Federación Española de Baloncesto.
Readaptarse a una categoría nueva nunca resulta sencillo y ni mucho menos si a ella se llega con una profunda renovación tanto en el cuerpo técnico como en el vestuario pero en el Basket Navarra parecen haberle tomado ya el pulso a una LEB Plata con su tercer triunfo consecutivo en casa en la mañana del domingo.
Una victoria de esas que gustan a los entrenadores ya no sólo por el resultado positivo sino también por las sensaciones que ha dejado en el roster de un Joaquín Prado que completó uno de sus mejores encuentros para salir de los puestos de peligro de la tabla. Aunque más allá del buen trabajo coral del grupo hubo un nombre que destacó por encima del resto, el del ala-pívot Max Hopfgartner quien fue capaz de firmar un total de 36 tantos de valoración con los que marcar el camino a seguir a su equipo.
Sin lugar a duda la mejor actuación individual del interior de origen austriaco desde que el pasado curso fuera reclutado por el Xuven Cambados para disputar sus primeros encuentros en la competición. En esta ocasión, con el Hispagan UPB Gandía como rival, Max se convirtió en protagonista de 25 puntos (6/6 TL y 8/11 T2), 9 rebotes, 5 asistencias, 2 recuperaciones y 4 faltas recibidas determinantes para que su equipo pudiera seguir creciendo en la tabla.
Sin lugar a dudas el mejor síntoma de adaptación a un conjunto pamplonés que tras sumar la tercera consecutiva en casa apunta ya al primer triunfo visitante como su próximo objetivo.
