Se han reducido las fuertes medidas de seguridad que 'cercaban' la ciudad durante la celebración del festival.
No han pasado 24 horas desde que empezara la final del festival de Eurovisión y la imagen que muestra ya Lisboa es bien diferente.
Sus calles ya están más vacías y la alegría eurofan ha hecho las maletas para regresar a sus respectivos países con largas filas en el aeropuerto de la ciudad.
La capital portuguesa, a falta de hacer un balance oficial por parte de la organización, aseguró que unos 40.000 seguidores del festival acudirían a ver algunos de los espectáculos durante la quincena eurovisiva.
De hecho, después de los portugueses, los españoles han sido la segunda nacionalidad en comprar un mayor número de entradas.
No solo ha disminuido la gente en sus calles durante este domingo, sino que también se han rebajado las fuertes medidas de seguridad que 'cercaban' la ciudad y que, especialmente, durante la final se vieron incrementados.
El dispositivo de seguridad ha estado formado por una gran cantidad de policía que ha controlado durante estos días las calles aledañas al pabellón Altice Arena con detectores de metales en las entradas, 'perros policías', revisiones de bolsos y cacheos tanto a los seguidores del festival como a la prensa y delegaciones de los países.
Además, durante el transcurso de la final se colocaron sobre los edificios de los inmediaciones del pabellón varios francotiradores.
No obstante, toda esa seguridad no evitó que un espontáneo se colara en el escenario y quitara el micrófono a la representante de Reino Unido (SuRie) mientras cantaba su canción.
Ahora, la imagen que ofrece Lisboa es mucho más tranquila y lugares como el Eurovillage, el corazón de la fiesta para los seguidores del festival, comienza a ser desmantelado y a pasar a ser un recuerdo.
LA DELEGACIÓN ESPAÑOLA HACE LAS MALETAS
Amaia y Alfred ya han volado a casa. Así lo ha mostrado la cuenta oficial de Eurovisión en Instagram que ha publicado una fotografía en el aeropuerto con toda la delegación española, así como algunos de los familiares que han acompañado a los dos jóvenes entre los que se encontraban los padres de Amaia y Alfred.
Esta tarde de domingo, el equipo español ha volado desde el aeropuerto de Lisboa rumbo a casa con un sabor agridulce. Por un lado, todos se encuentran "muy contentos" con la actuación de la pareja en Eurovisión, aunque como dijo Amaia: "El puesto es una mierda".
Será desde ahora cuando los dos cantantes que se conocieron en Operación Triunfo inicien sus carreras profesionales por separado, aunque mantendrán los compromisos asumidos como la gira del programa que aún recorrerá buena parte de España, Pamplona incluida (23 de junio), y en la que seguirá sonando 'Tu canción' que ha logrado ya pasar a la historia de Eurovisión con un puesto 23 y 61 puntos.
